Tras el sorteo del Mundial 2026, el análisis para México va más allá de un grupo considerado accesible. La selección enfrenta el reto de recuperar su nivel, consolidar un proyecto competitivo bajo Javier Aguirre y encontrar equilibrio entre la generación histórica y los jóvenes que llegan al proceso. También continuidad de figuras como Guillermo Ochoa y la ausencia de futbolistas en plena madurez competitiva, un vacío que condiciona el rendimiento de la selección mexicana. Con seis meses de preparación y un escenario histórico como país sede, México deberá resolver estos desafíos para aspirar a un papel destacado en 2026.

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