El club Ellerstina, uno de los más emblemáticos del polo argentino, se encuentra en el centro de una controversia tras la clausura de sus instalaciones en General Rodríguez. El 26 de noviembre, inspectores municipales detectaron un torneo en curso sin la habilitación necesaria y sin cumplir con los requisitos de seguridad exigidos por la normativa local. Los funcionarios llegaron al lugar tras observar una gran concentración de vehículos y trailers. Al ingresar, encontraron música, público, carpas, cámaras de televisión y caballos en movimiento, lo que evidenció la realización de un evento no autorizado. Los inspectores confirmaron la falta de la documentación obligatoria para llevar a cabo la competencia. Además, se constató la ausencia de bomberos y ambulancias, condiciones imprescindibles para este tipo de eventos. Como resultado, la municipalidad decidió clausurar preventivamente el establecimiento e involucrar al Juzgado de Faltas N°2 para iniciar las acciones legales pertinentes. A pesar de la orden de cierre, el informe de los inspectores indica que las actividades continuaron durante varias horas. Los responsables del club argumentaron que se trataba de un “evento privado”, lo que generó tensiones. Milton Eugenio López, apoderado de Ellerstina, se opuso a la colocación de una de las fajas de clausura, un hecho que quedó registrado en el acta municipal. Las autoridades también observaron que, tras la notificación formal, seguía habiendo público, circulación de vehículos y actividad ecuestre en el predio, así como fuego encendido, lo cual está prohibido durante una clausura. Este no es el primer incidente que involucra a Ellerstina. En 2015, el club fue objeto de investigaciones por supuestas irregularidades en la exportación de caballos de polo. Las pesquisas incluyeron maniobras de subfacturación y triangulación que afectaron a más de treinta polistas y varias empresas del sector. Agentes de la Dirección General de Aduanas y la Policía Federal realizaron 22 allanamientos en el marco de esta investigación, que abarcó diversas localidades y resultó en la incautación de documentación relacionada con la exportación de caballos y material genético. Uno de los casos más destacados fue el de Gurí Patagonia, una yegua premiada que fue vendida a un precio presuntamente subvaluado, lo que generó la alerta de la AFIP y dio inicio a la investigación. Se estima que más de 60 caballos estaban implicados en operaciones consideradas irregulares, con un monto inicial de 1,5 millones de dólares en juego. Entre los nombres mencionados en la investigación se encuentra Pablo “Polito” Pieres, jugador de Ellerstina, quien también fue vinculado a la facturación de exportaciones a países con baja tributación, lo que suscitó sospechas de evasión fiscal.