Letonia muestra un desequilibrio de género que ya condiciona la vida cotidiana: hay apenas 84 hombres por cada 100 mujeres, según datos oficiales. Esa relación dispar abrió paso a un mercado inusual y rentable: las empresas que ofrecen maridos por hora, profesionales contratados para tareas domésticas, acompañar a eventos o resolver arreglos puntuales.

Servicio práctico, no sentimental

Aunque el nombre suene pintoresco, el servicio no es romántico: los maridos por hora se ocupan de montar muebles, arreglar enchufes, pintar paredes y hasta hacerse cargo de mudanzas ligeras. En Riga varias firmas los ofrecen y la demanda es tal que, según operadores locales, es habitual tener que reservar con semanas de antelación.

El fenómeno dibuja una paradoja: para ciertos solteros puede ser una venta

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