Ciudad de México.- La construcción del Tramo 5 del Tren Maya ha generado un "daño irreversible" a 125 cuevas y cenotes en la región, según un informe de la Misión Civil de Observación. Este documento revela que la perforación del suelo kárstico con maquinaria pesada y la inserción de casi 15 mil pilas de acero y concreto han fragmentado estos cuerpos de agua, que ahora enfrentan un alto riesgo de colapso.

El reporte, elaborado por diversas organizaciones no gubernamentales, civiles e indígenas, destaca que el proyecto ha alterado significativamente el sistema hidrológico subterráneo. Se han obstruido flujos de agua dulce, lo que ha llevado a la contaminación de ríos subterráneos y a la pérdida de conectividad ecológica debido a la deforestación. Además, la apertura de caminos ha interrumpido corredores biológicos esenciales para especies como el jaguar, el tapir y el mono araña.

Los espeleólogos que participaron en la inspección del área han confirmado que las pilas de acero y concreto fueron vaciadas en cavidades naturales de hasta 40 metros de profundidad. Este proceso implicó perforar el suelo poroso, lo que ha afectado gravemente a las grutas y paisajes inundados. Las vibraciones generadas por la construcción, junto con el peso de la estructura ferroviaria, han incrementado el riesgo de colapso de los cenotes.

Las intervenciones humanas en la construcción del tramo del Tren Maya, que abarca áreas como Cancún, Puerto Morelos, Solidaridad y Tulum, han alterado de manera drástica el sistema hidrológico. La obstrucción de los flujos de agua dulce y los cambios en la circulación de los ríos subterráneos han generado preocupaciones sobre la contaminación, especialmente por la presencia de concreto en las cavidades naturales. Las consecuencias de estas acciones han modificado la forma en que el agua se filtra y se desplaza en el ecosistema local.