Las tortas de aceite son un dulce tradicional de Andalucía que se ha mantenido presente en la gastronomía española a lo largo del tiempo. Su elaboración combina ingredientes básicos de la cocina, como la harina, el aceite de oliva y el anís, que generan una textura hojaldrada y un sabor ligero, característicos de esta especialidad. Aunque su origen está asociado a la repostería casera, hoy se encuentran en pastelerías y comercios especializados, manteniendo la esencia de la tradición andaluza.
Este producto es apreciado tanto por su simplicidad como por la manera en que refleja la cultura culinaria de la región. Las tortas de aceite no requieren técnicas complejas ni ingredientes difíciles de conseguir, lo que permite que se preparen en casa con facilidad. Su preparación y consumo forman parte de la rutina gastronómica de desayunos y meriendas, ofreciendo un ejemplo de cómo la repostería tradicional puede conservarse vigente sin perder sus características originales.
Receta y elaboración de las tortas de aceite
Los ingredientes necesarios para preparar aproximadamente entre 15 y 20 unidades de tortas de aceite son los siguientes:
- 360 gramos de harina de trigo de fuerza
- 75 a 150 mililitros de aceite de oliva virgen extra
- 140 a 150 mililitros de agua templada
- 50 gramos de azúcar para la masa y 20 gramos adicionales para espolvorear
- una cucharada de anís en grano (matalahúva)
- una cucharada de semillas de sésamo (opcional)
- una pizca de sal
- 10 gramos de levadura fresca o 5 gramos de levadura seca de panadería
- ralladura de limón o naranja al gusto (opcional).
El primer paso consiste en infusionar el aceite con el anís y, si se desea, con la ralladura de cítricos, calentándolo ligeramente sin que llegue a hervir. Luego se mezcla con la harina y los demás ingredientes secos hasta obtener una masa uniforme. La masa se amasa hasta que deje de pegarse a las manos y se deja reposar, cubierta, durante aproximadamente una hora para que leve ligeramente.
Después del reposo, la masa se divide en porciones de entre 45 y 50 gramos. Cada porción se estira con un rodillo hasta alcanzar un grosor fino, que permitirá que las tortas adquieran la textura hojaldrada y crujiente característica. Se colocan sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal y se espolvorean con azúcar si se desea un toque más dulce.
El horneado se realiza a temperatura alta, alrededor de 230 °C, entre seis y diez minutos, hasta que las tortas se doren ligeramente en la superficie. Tras retirarlas del horno, se dejan enfriar sobre una rejilla, permitiendo que mantengan su textura crujiente y evitando que la humedad afecte la consistencia.
Una vez frías, las tortas de aceite pueden conservarse en recipientes herméticos o latas, lo que permite mantener su frescura y textura durante varios días. Este procedimiento reproduce de manera fiel la receta tradicional andaluza, permitiendo obtener un producto con las características que han hecho de estas tortas un dulce reconocido y apreciado durante generaciones.

ElDiario.es
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