La pasaba mal Inter Miami en la final de la MLS : Vancouver Whitecaps , el rival, estaba con mejores sensaciones para romper el 1-1 parcial. Pero, se sabe, todo se puede detener y revertir con una aparición de Lionel Andrés Messi . La particularidad fue que esta vez se invirtieron los roles en el Chase Stadium porque el rosarino se vistió de volante defensivo para robarle la pelota a Andrés Cubas y Rodrigo De Paul se puso en la piel de un goleador y definió cruzado para el 2-1 de los locales.
No estaba haciendo un buen partido Messi. Se lo notó con una marcha menos y sufriendo el calor de Miami. Aunque, se repite, el capitán de la Scaloneta es capaz de cambiar el rumbo de un duelo en apenas un segundo. Y esto volvió a ocurrir, esta vez en la gran final de la MLS.
Se confió

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