La confrontación pública entre el empresario Ricardo Salinas Pliego y el Gobierno Federal, a menudo centrada en la negativa al pago de impuestos y la defensa de la "libertad económica", esconde un conflicto de fondo mucho más profundo y estratégico: la acumulación de vastas concesiones de agua en regiones clave de México, un recurso vital y cada vez más escaso.

Este patrón de acaparamiento, que involucra a diversas empresas de Grupo Salinas , ha encendido alertas entre especialistas e investigadores que estudian la crisis hídrica nacional, señalando que el agua se ha convertido en un activo de poder económico y político.

El conflicto en el campo de golf de la Bahía de Tangolunda, Huatulco, aunque visible, es solo un síntoma del problema. Tras la expiración de la concesión de 85 hectá

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