Alfredo Díaz, un destacado líder opositor en Venezuela, falleció mientras se encontraba detenido en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), conocida como El Helicoide. Su hija, Alejandra María Díaz, confirmó su muerte este sábado, tras haber estado encarcelado durante un año. Díaz, exgobernador del estado Nueva Esparta y miembro del partido opositor Acción Democrática, fue arrestado en noviembre de 2024 bajo acusaciones de conspiración, un cargo que su familia y abogados han rechazado. Según su familia, no recibió un debido proceso y tuvieron dificultades para comunicarse con él durante su detención. Las autoridades informaron que Díaz sufrió un infarto y fue trasladado a un hospital, donde falleció poco después. El Ministerio para el Servicio Penitenciario emitió un comunicado afirmando que recibió atención médica inmediata y que se respetaron sus derechos durante el proceso judicial. Sin embargo, esta declaración contrasta con las afirmaciones de su familia, que sostiene que no tuvo acceso adecuado a atención médica. La muerte de Alfredo Díaz ha generado una ola de reacciones. Gonzalo Himiob, vicepresidente de la ONG Foro Penal, pidió una investigación objetiva e imparcial sobre su fallecimiento. La organización Provea también condenó la muerte de Díaz, exigiendo una investigación inmediata. Líderes opositores como María Corina Machado y Edmundo González Urrutia expresaron su pesar, señalando que la muerte de Díaz no es un caso aislado, sino parte de una serie de fallecimientos de presos políticos en el contexto de la represión post-electoral. Leopoldo López, líder de Voluntad Popular, también lamentó su muerte, destacando el impacto que tuvo en quienes compartieron la lucha por la libertad. La situación de los derechos humanos en Venezuela sigue siendo un tema de preocupación, con el gobierno insistiendo en que se respetan los derechos de todos los detenidos, a pesar de las denuncias internacionales en contrario. Las autoridades venezolanas han sido criticadas por la comunidad internacional por la detención de opositores y la falta de garantías en los procesos judiciales, lo que ha llevado a un clima de tensión y desconfianza en el país.