Lo lleva en su sangre. Ama competir. Cuando el río viene picado, cuando el partido definitorio pende de un hilo, allí el genio frota su lámpara. Messi jugó el partido que definía la MLS Cup ante el bravo Vancouver Whitecaps con la mirada felina, con concentración absoluta, y con el imán para condensar que el partido gire en torno a su talento. Esto le valió a Inter Miami, y al propio icónico jugador argentino, conquistar la gloria en el fútbol de Estados Unidos.
Inter Miami acuñó un sueño y, para explorar ese objetivo máximo, fue en búsqueda del mejor “atrapador de sueños”. Es Lionel Messi, con el que las Garzas lograron su primer título de MLS Cup. El rosarino fue voraz, determinante, y jugó toda la temporada con ese instinto que a los 38 años lo tiene tan vigente como siempre. Atrapó su

El Paso Ya
Noticias de América
RT en Español
Associated Press Spanish
AlterNet