Con diciembre llega uno de los rituales más esperados del año: armar el árbol de Navidad. Para muchos, este gesto supera lo decorativo y se transforma en un momento de introspección, una oportunidad para dejar atrás lo que no sirve y proyectar lo que se desea atraer de cara al 2026. En ese marco, los adornos navideños se convierten en símbolos de intención: pequeñas herramientas visuales para recordar metas, reforzar propósitos y atraer buena energía al hogar.

Aunque las tradiciones varían, hay tres elementos que comparten un denominador común en distintas corrientes simbólicas: ayudan a enfocar, manifestar y sostener los deseos en los meses que vienen. Estos son los adornos que, según las creencias más extendidas, no deberían faltar en tu árbol.

Estos son los tres adornos clave para la

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