Tirso Antonio Arias Reyes lleva 30 años luchando contra el Poder Judicial de la Ciudad de México por la deuda de un crédito hipotecario que el Banco Santander cedió a unos particulares identificados como una banda criminal de cuello blanco, quienes lo despojaron de su propiedad en complicidad con notarios y jueces.

Fue en 1992 cuando solicitó un préstamo al Banco Mexicano por la cantidad de 300 mil pesos, “pero después de la crisis de 1993 no se nos permitió bajar la cantidad del préstamo por los intereses, ya que lamentablemente convertimos la deuda en Udis (Unidades de Inversión).

El proceso de pago fue muy difícil porque la deuda iba creciendo y, a pesar de pagar, aumentaba: “Tenía que decidir entre comer y mantener a mi familia, tres hijos y mi esposa, o seguir pagando”, dice el afec

See Full Page