El grafiti en Bogotá no nació como una expresión estética, sino como un acto profundamente político. Su historia está marcada por protestas, movimientos sociales, choque cultural, tensiones con el Estado y una evolución que llevó a la capital a convertirse en una de las ciudades más importantes del arte urbano en América Latina.
Lo que hoy se reconoce como un atractivo turístico y cultural comenzó como un lenguaje clandestino que hablaba de desigualdad, inconformidad y resistencia.
Los orígenes: un grito juvenil en los años 80 y 90
A finales de los años 80, Bogotá vivía un contexto marcado por violencia, desigualdad y agitación política. Inspirados por el hip hop, pero también por la crítica social, los primeros grafiteros —muchos de ellos adolescentes— usaron las paredes para denunciar

Noticias Canal Trece

AlterNet
The Motley Fool
The Daily Beast
The Evening Standard Books
Sky Sports Golf
Daily Kos
The Conversation
Blaze Media