España cerró su participación en el Mundial con una medalla de bronce que deja sensaciones encontradas: el objetivo era el oro, pero el equipo de Clàudia Pons se despidió con una sólida victoria ante Argentina (1-5) , en un partido muy competido que no se resolvió hasta los minutos finales.

El combinado sudamericano llegó a igualar el marcador a cinco del final, pero la reacción española fue inmediata y acabó certificando un triunfo trabajado y merecido.

Desde el inicio, España impuso el ritmo y el control del juego. La circulación de balón fue fluida y las ocasiones se sucedieron con regularidad. Irene Samper y Laura Córdoba obligaron a intervenir con acierto a la portera argentina con potentes disparos exteriores. Pese al dominio, faltaba precisión en la finalización, y el gol tuv

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