Un tribunal impone en conformidad un año de cárcel a la empresaria que en 2018 gestionaba el 'booking' de estos cantantes de reguetón en España y que entre otras ilegalidades fiscales defraudó un millón de euros entre varios impuestos

Un empresario acogido a la amnistía fiscal dice que sus impuestos van “a la basura, para comprar voluntades y voceros”

Un tribunal de Madrid ha condenado en conformidad a un año de prisión por fraude fiscal a la antigua promotora en España de artistas como Daddy Yankee, Ozuna, Romeo Santos o Natti Natasha. Tanto ella como dos de sus socios han reconocido que en 2018 usaron varias empresas para defraudar más de un millón de euros entre varios impuestos y ocultar a Hacienda el dinero que habían ganado por los derechos de estos cantantes de reguetón. Ninguno de los tres tendrá que entrar en prisión porque, además de reconocer los hechos, han devuelto ya casi todo el dinero que defraudaron y se han comprometido a pagar el resto.

La condenada estaba al frente de la empresa que en ese momento representaba en España a algunos de los principales artistas del género a escala mundial. Era el año 2018 y muchos pasaron por el país: Daddy Yankee hizo varias paradas en 'La Gira Dura', Ozuna llenó el Palacio de los Deportes de Madrid igual que Romeo Santos, que también abarrotó el Palau Sant Jordi en Barcelona. Natti Natasha, finalmente, pasó por varias ciudades españolas en el año de su éxito Sin pijama con Becky G.

La empresa que entonces actuaba como agencia de 'booking' en España gestionó todos estos conciertos y actuaciones e ingresó, junto con las otras dos, más de dos millones de euros, pero ni siquiera tributó el Impuesto de Sociedades y ninguna pagó lo que debía a Hacienda por el Impuesto sobre la Renta de los No Residentes. Un fraude de 582.587 euros en el primero y de 476.244 euros en el segundo concepto tributario que abrió las puertas de las inspecciones y, finalmente, de la imputación por fraude fiscal en un juzgado de Madrid.

En un primer momento, apuntan a elDiario.es fuentes del caso, las estimaciones de Hacienda incluyeron los conciertos de estos artistas por toda Europa en 2018 y la acusación de fraude llegó a superar los 14 millones de euros, pero para cuando el caso llegó a juicio en la Audiencia Provincial de Madrid el pasado mes de octubre –y tras la presentación de diversas periciales por la defensa– las cantidades se ceñían a la gira que hizo cada uno por España. La Fiscalía pedía para los tres hasta seis años de prisión.

El caso, según ha podido saber elDiario.es, ha terminado en una conformidad y con condenas que no implican el ingreso en prisión de ninguno de los tres acusados al haber devuelto ya casi 900.000 euros, la mayor parte del dinero defraudado y pendiente de reintegro a las arcas públicas. La entonces dirigente de la agencia de 'booking' Mad Music Booking and Management es condenada a un año de prisión por dos delitos fiscales, y los otros dos acusados a medio año de prisión.

El tribunal, el mismo día del juicio en que reconocieron los hechos, suspendió la ejecución de sus condenas pactadas con la Fiscalía y la Abogacía del Estado a cambio de que paguen sus deudas con el fisco. Cada uno tiene que pagar, además, una multa que en el caso de la promotora supera los 540.000 euros y entre los tres, además, a pagar a Hacienda el millón de euros que defraudaron, cantidad que ya han empezado a pagar. Los jueces aplican la atenuante “muy cualificada” de reparación del daño y rechazan la petición de la Abogacía del Estado de condenas mayores de cárcel.

Un “sistema artificioso” que evadió impuestos

La sentencia de la Audiencia Provincial refleja los hechos que los propios acusados, vinculados entonces a la empresa de 'booking' o a las otras dos sociedades investigadas, reconocieron ante el tribunal: que Mad Music –empresa que como tal desapareció en 2019– puso en marcha un “sistema artificioso” para “dividir ficticiamente su actividad”. En 2018, por ejemplo, la empresa no declaró su Impuesto de Sociedades y las otras dos empresas investigadas, World Stage Music y Over Sea Music, lo hicieron “de forma simulada”.

No se declaró el Impuesto de Sociedades, reconoce el acuerdo, sobre una base imponible de casi 2,4 millones de euros. Además, dos de las sociedades intentaron desgravarse gastos “no justificados” por valor de más de 1,6 millones adicionales. Y tampoco declararon, a través del Impuesto sobre la Renta de los No Residentes (IRNR) los 1,9 millones de euros que ingresaron por los conciertos y los derechos de Daddy Yankee, Romeo Santos, Ozuna y Natti Natasha y que tendrían que haber tributado al 24% según Hacienda.

El caso ha terminado con una conformidad que incluye la suspensión de las penas de cárcel para los tres tras la confesión y el compromiso adquirido de devolver todo el dinero con casi 900.000 euros ya pagados. Fuentes cercanas a la defensa de los investigados explican a elDiario.es que sopesaron ir a juicio y pelear la absolución: consideran que el error en la tributación en el Impuesto de Sociedades es achacable a un antiguo gestor que colaboró con la empresa, que otras sociedades tendrían que haber pagado por el IRNR y, finalmente, que cada una de las tres sociedades implicadas cumplía un papel en la gira de los artistas, no era un “sistema artificioso”.

La sociedad que gestionaba entonces Mad Music fue disuelta y la agencia de 'booking' de artistas como Anuel, Marc Anthony o también Ozuna en España está gestionada actualmente por distintas personas en una empresa también diferente.