La carrera por el transporte del futuro tiene un protagonista claro. China, líder mundial en alta velocidad ferroviaria, está probando un tren de levitación magnética dentro de un tubo de vacío —el proyecto T-Flight— con un objetivo que parece ciencia ficción: alcanzar los 4.000 km/h, una velocidad que superaría la del sonido y reduciría trayectos de horas a minutos. Pero lograrlo es solo la mitad del reto; mantener un sistema así operativo será la verdadera batalla tecnológica.

Del AVE al tren que quiere dejar al avión obsoleto

En 2008 China contaba con apenas 120 km de líneas de alta velocidad. Hoy posee la red más extensa del planeta y sigue ampliándola. Pero su ambición va más lejos: un tren que no toque las vías, flote mediante magnetismo y viaje dentro de un tubo casi sin aire, red

See Full Page