Durante décadas, la imagen clásica de una inspección de Hacienda era la de un funcionario revisando expedientes en papel, analizando facturas y pidiendo aclaraciones al contribuyente tras detectar alguna irregularidad en su declaración. Sin embargo, en pleno 2025, el sistema fiscal se encuentra inmerso en un proceso de transformación digital que combina Big Data, inteligencia artificial y análisis automatizado.
Emilio Baena, ex funcionario de Hacienda con más de 10 años de experiencia en la institución, ha puesto voz a esta revolución silenciosa a través de una publicación en Linkedin: «Ya no hace falta que un inspector te revise. Lo hace un algoritmo, 24/7. Y la IA no se cansa, no se distrae y no olvida». Para Baena, entender este cambio es clave para que cualquier persona física o jurídica comprenda qué puede activar una alarma en el sistema y qué significa realmente estar en el punto de mira de la Agencia Tributaria en la era digital.
Del papel al algoritmo: un salto estructural en Hacienda
Según explica Baena, el sistema de revisión manual ha quedado atrás no sólo por eficiencia, sino también por necesidad. El volumen de información que maneja la Agencia Tributaria es gigantesco: millones de declaraciones, operaciones bancarias, movimientos internacionales, transacciones digitales y registros empresariales cruzan cada día los sistemas informáticos del fisco.
Hace apenas unas décadas, la mayor parte de las inspecciones descansaban sobre funcionarios que revisaban expedientes caso por caso. Hoy, la realidad es otra. «Hacienda funciona con herramientas de Big Data e inteligencia artificial que analizan millones de datos cada día», recuerda el ex funcionario. No se trata solo de almacenar información, sino de interpretarla, buscar patrones, detectar incongruencias y asignar un nivel de riesgo fiscal a cada contribuyente .
Uno de los principales elementos del modelo actual es lo que Baena denomina «perfil de riesgo» ; la valoración de cada contribuyente se basa en decenas de parámetros y combina información histórica, comportamientos recientes y datos cruzados tanto nacionales como internacionales. Entre los elementos que más influyen en la puntuación se encuentran:
- Gastos que no encajan con tus ingresos, por ejemplo, un sueldo modesto acompañado de compras elevadas o inversiones significativas.
- Movimientos de dinero entre cuentas sin justificar, especialmente si son frecuentes, circulares o inexplicablemente altos.
- Operaciones internacionales, ya sea en cuentas, inversiones o sociedades, así como uso de criptomonedas.
- Exceso de efectivo, ingresos inusuales o facturas con patrones anómalos.
- Aparición en registros de sociedades offshore o estructuras internacionales complejas.
- Incongruencias entre lo que declara el contribuyente y lo que reportan bancos, plataformas digitales y empresas.
Los algoritmos que utiliza la Agencia Tributaria trabajan las 24 horas del día, los 365 días del año, analizando en tiempo real cada nueva transacción que aparece asociada a un contribuyente. «La IA no se cansa, no se distrae y no olvida», recuerda Baena. Y añade: «No basta con ser legal, también hay que parecerlo».
Por su parte, la Agencia Tributaria señala que «el procedimiento de inspección tendrá por objeto comprobar e investigar el adecuado cumplimiento de las obligaciones tributarias y en el mismo se procederá, en su caso, a la regularización de la situación tributaria del obligado mediante la práctica de una o varias liquidaciones. La comprobación tendrá por objeto los actos, elementos y valoraciones consignados por los obligados tributarios en sus declaraciones. La investigación tendrá por objeto descubrir la existencia, en su caso, de hechos con relevancia tributaria no declarados o declarados incorrectamente por los obligados tributarios».
Inteligencia Artificial en la Agencia Tributaria
La Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (ENIA) recoge entre sus objetivos estratégicos la incorporación de la IA como factor de mejora de la productividad y la eficacia en la Administración y en el funcionamiento de los servicios públicos, así como en las interfaces de relación con las empresas y los ciudadanos.
Con el uso de la IA en la Agencia Tributaria se busca incrementar la eficacia y eficiencia de las actuaciones tributarias y aduaneras, priorizando su uso en materia de información y asistencia al contribuyente y en el ámbito de la prevención. El uso de la IA ayudará a fomentar y simplificar el cumplimiento de las obligaciones tributarias y favorecerá la calidad de los datos declarados por los contribuyentes.
El uso de la IA ayudará a atajar estos problemas en su origen, procurando evitar que se produzcan faltas de presentación de declaraciones en periodo voluntario y promoviendo que se puedan solucionar las deficiencias de las declaraciones cuando se presentan. La Agencia Tributaria ya aprovecha las oportunidades que ofrecen los avances tecnológicos en IA para aplicarlos a un mejor desarrollo de su misión, consistente en favorecer el cumplimiento voluntario de las obligaciones fiscales.
Algunos de los ejemplos más representativos son los chatbots (asistentes virtuales), algunos de los mensajes de aviso en IRPF por posibles errores al modificar la información sobre rendimientos del trabajo que ofrece Renta Web , o los avisos que se ofrecen a potenciales no declarantes de IRPF durante el periodo de presentación voluntaria de la declaración.

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