La fascinación de Carlos por los videojuegos comenzó cuando era un niño. Pasaba horas frente a la pantalla jugando God of War, embelesado por su emocionante trama. Nadie lo controlaba. Jugaba hasta de madrugada.

Hoy es un joven, tiene 18 años y estudia una carrera de ciencias en una universidad privada. Pero su futuro profesional está en riesgo, pues sufre de ludopatía. Ha llegado a usar el dinero de la pensión de la universidad para apostar, y ha jalado varios cursos. Recientemente ha aceptado recibir ayuda psicológica.

Desgraciadamente, el drama de Carlos no es una historia aislada, pues los casos de ludopatía en el país van en incremento junto el mayor acceso a los juegos en línea.

Así lo señala el Ministerio de Salud que atendió más de 11 mil casos en el 2024, siendo los más afectad

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