El Real Madrid atraviesa uno de los momentos más delicados de la temporada. La derrota ante el Celta de Vigo ha dejado cicatrices profundas. No solo por el marcador. También por la sensación de desgana. De falta de ritmo. De un equipo sin pulso competitivo. Un equipo que reaccionó tarde. Demasiado tarde. Y en el centro de todo aparece un nombre: Xabi Alonso .

El técnico está señalado. Muy señalado. El club le ha marcado un límite claro: el partido contra el Manchester City . Si el Madrid no ofrece una actuación convincente, su continuidad se tambalea. Y Alonso lo sabe. Lo siente. Lo nota cada día. Quiere tomar decisiones. Quiere recuperar el control. Pero no puede. Hay jugadores intocables. Intocables por orden directa del club. Y dos de ellos llevan su situación al borde del abis

See Full Page