Zaragoza vive a buen ritmo. Trabajo, tráfico, prisas… y cada vez más gente buscando una vía de escape para cuidar cuerpo y cabeza. Mientras las grandes cadenas acaparan la atención con sus macrocentros, en la capital aragonesa hay una constelación de gimnasios que se han ganado a pulso su fama, barrio a barrio, con propuestas muy distintas entre sí. Hierro clásico, sacos de boxeo, alta intensidad y centros para quienes detestan entrenar : hay vida (y mucha) más allá de los gigantes del sector.

Iron Salfer: el clásico que no pasa de moda

Más de tres décadas abierto dan una pista clara: Iron Salfer es uno de esos gimnasios de toda la vida que ha sabido reinventarse sin perder esencia. Situado en calle de La Paz, 22 , es una referencia para quien quiere ponerse en forma sin ar

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