Un golpe de mar mató el domingo a cuatro personas en las piscinas naturales de Los Gigantes, en el municipio tinerfeño de Santiago del Teide. Y no se trata de un episodio aislado. A principios de noviembre, en el muelle del Puerto de la Cruz , el mar se llevó por delante a varios cruceristas que solo pretendían hacerse un selfie. Estaban de vacaciones, no conocían la fuerza del Atlántico cuando azota la costa y ese instante, tan breve como devastador, no acabó con más víctimas gracias a que un camarero de uno de los establecimientos cercanos consiguió rescatar a tres de ellas, pero una mujer, de origen holandés, falleció ahogada.

Éste y otros sucesos ocurridos durante el último temporal vivido en las Islas remarcaron la necesidad, que ya había puesto en marcha la Consejería que pilota

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