El papa ha acudido este lunes al centro de Roma para venerar la imagen de la Inmaculada Concepción, como marca la tradición, y ha pedido que tras el Jubileo se abran "otras puertas de casas y oasis de paz", se eduque "en la no violencia" y se aprenda "el arte de la reconciliación".

Al llegar a plaza Mignanelli, al lado de la famosa Plaza de España, el pontífice ha bendecido un ramo de flores blancas con un lazo del Vaticano, que se ha depositado a los pies de la columna que sostiene la estatua de la Virgen. "Inmaculada, Madre de un pueblo fiel, tu transparencia ilumina Roma con luz eterna, tu camino perfuma sus calles más que las flores que hoy ofrecemos", ha rezado León XIV a la estatua repleta de flores por la festividad de este dogma católico.

En su oración, ha hecho especial alusión

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