No todas las personas sienten alegría por armar el árbol de Navidad , y la psicología ofrece diversas explicaciones para este fenómeno. Mientras que para algunos la decoración navideña representa felicidad y unión, para otros puede evocar recuerdos melancólicos, estrés, pérdidas o sentimientos de tristeza. Las razones.

A diferencia de la infancia, cuando predominaba la expectativa de los regalos y la ilusión, la adultez trae consigo la resonancia de pérdidas familiares o conflictos no resueltos , lo que puede influir en la disposición hacia rituales como ar

ar el árbol de Navidad. Para algunas personas, evitar esta tradición se convierte en una forma de regular la carga emocional y marcar un límite personal.

Pérdidas, estrés y soledad

El doctor Rolando Salinas (MN 72241), jefe d

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