9 de diciembre de 2025 - 00:25
Con una multitud congregada en una tarde serena que sucedió a las jornadas lluviosas, se vivió ayer 8 de diciembre la clausura de las fiestas dedicadas a la Pura y Limpia Concepción del Valle. Esta celebración adquirió un significado especial al celebrarse dentro del Año Jubilar de la Esperanza y en la antesala del Bicentenario del Natalicio del Beato Mamerto Esquiú.
La plaza El Maestro fue el escenario donde se inició el peregrinaje junto a la Madre Morena, que llegó en brazos del obispo diocesano, Mons. Luis Urbanc, quien la colocó en la urna procesional. A su lado se ubicaba la imagen del Beato Mamerto Esquiú, fiel devoto de la Reina del Valle. Inmediatamente, comenzó el paso de las 96 delegaciones de peregrinos con banderas y alegres misachicos, institu

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