En una reunión de ministros de Finanzas del G7 celebrada este lunes, Japón rechazó participar en los planes de la Unión Europea de usar los activos rusos congelados para financiar a Ucrania, citando preocupaciones legales, informa Politico citando fuentes.
Según dos diplomáticos europeos, la ministra de Finanzas japonesa, Satsuki Katayama, descartó el uso de los aproximadamente 30.000 millones de dólares en activos rusos retenidos en el país. A pesar de que se anunció que la negativa de Japón se debía a cuestiones legales, varios funcionarios afirmaron que Tokio basó su decisión en las objeciones de Estados Unidos al asunto.
Por su parte, EE.UU. también se negó a transferir activos rusos a Kiev, sugiriendo en cambio devolver parte de los activos a Rusia y usar el resto para inversiones estadounidenses en Ucrania . Además, Washington anunció que reduciría su apoyo a Ucrania tras el pago de los últimos tramos del préstamo del G7 acordado por la Administración de Joe Biden en 2024.
Esta postura supone un duro revés para el plan de la Comisión Europea, que busca un acuerdo entre los miembros de la UE antes del 18 de diciembre para utilizar hasta 210.000 millones de euros (unos 245.000 millones de dólares) de activos rusos congelados en el banco bélgico Euroclear, y que exige una participación de los aliados del G7 para repartir los riesgos de tal decisión.
Rusia advierte de consecuencias del "robo" de sus activos
Desde febrero de 2022, varios países de Occidente (EE.UU., naciones de la UE y el Reino Unido, entre otros) mantienen congelados más de 300.000 millones de dólares en activos estatales rusos. En septiembre, la Comisión Europea planteó otorgar a Ucrania un "préstamo de reparación" de 140.000 millones de euros (162.000 millones de dólares) financiado con los activos rusos congelados.
La semana pasada, la Comisión Europea presentó dos esquemas de financiación plurianual para Ucrania: emisión de deuda en los mercados con garantía del presupuesto de la Unión Europea y un "préstamo de reparaciones" respaldado por los activos soberanos rusos congelados en territorio comunitario. Los líderes del bloque decidirán más adelante este mes si emplear las reservas rusas o los fondos de los contribuyentes europeos.
Bélgica ha reiterado su rechazo a la iniciativa, argumentando que el país podría acabar siendo perseguido legalmente por Moscú. "Si Rusia nos demanda, tendrá todas las posibilidades de ganar en el tribunal ", mientras que Bélgica no podrá reembolsar esos cientos de miles de millones, que "equivalen a un presupuesto federal anual", sostuvo el ministro de Asuntos Exteriores del país, Maxime Prévot. Según su previsión, esa perspectiva significaría "la bancarrota para Bélgica" .
Rusia ha advertido en varias ocasiones que la congelación de sus fondos viola el derecho internacional y ha tachado de "robo" la iniciativa de la Unión Europea. El presidente Vladímir Putin anunció que su país está preparando contramedidas. "El Gobierno ruso, siguiendo mis instrucciones, está desarrollando un paquete de medidas de represalia en caso de que esto ocurra", declaró a finales de noviembre el mandatario, recalcando que "todos afirman claramente, sin rodeos, que se trataría de un robo de propiedad ajena".

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