Lo que sí se confirmó es su traslado al penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez, un giro dramático para quien hace apenas unos meses celebraba su libertad condicionada y presumía, sin recato, que pronto volvería a la vida pública.

Durante el tiempo en que permaneció libre bajo medidas cautelares, Duarte se dedicó a disfrutar de ese breve respiro que le concedió la justicia. Tras dos años recluido en el Cereso de San Guillermo —de junio de 2022 a junio de 2024— aprovechó cada minuto fuera de prisión como si fuera un triunfo personal, ignorando que aún pendían sobre él múltiples procesos.

No hay que olvidar que antes de su traslado a Chihuahua enfrentó un largo procedimiento de extradición desde Miami, donde fue detenido en julio de 2020 por solicitud del gobierno mexicano, acusado

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