El proyecto contempla dos instrumentos: los fondos de cese laboral, similares al régimen de la construcción, y el FAL. Mientras los primeros parecen destinados a quedar sin aplicación práctica, el segundo se perfila como la herramienta central de la reforma. El FAL se financiará con un aporte equivalente a tres puntos de la masa salarial, que las empresas dejarán de girar a la ANSES y depositarán en una cuenta propia.
Ese dinero podrá invertirse en fondos comunes especiales y servirá para cubrir total o parcialmente las indemnizaciones por despidos. A cambio, las compañías que adopten el sistema accederán a una reducción de tres puntos en sus contribuciones patronales al SIPA, siempre que cumplan con los aportes obligatorios.
La administración del FAL estará bajo control de la CNV, ANSE

DIARIO INCLUSIÓN

REDES DE NOTICIAS
Clarín Política
Diario Uno
Infoveloz
FORMOSA AHORA
Infobae
Raw Story
Law & Crime
Ideastream
Newsweek Top
AlterNet