Obnubilado por el alcohol, al punto que no podía ni hablar bien, el taxista por aplicativo Paolo César Valer Gálvez (29 ) cometió no solo uno, sino dos delitos graves: en San Juan de Lurigancho, se abalanzó sobre su pasajera con la intención de abusar sexualmente de ella y, dos horas después, en Miraflores, atropelló a una trabajadora de limpieza.

“Por lo menos una caja ha sido” , fue la respuesta del conductor cuando un policía le preguntó cuánto alcohol había ingerido. Una universitaria de 19 años fue su primera víctima. Había salido de una reunión de amigas y se dirigía a la zona Diez de Octubre, de ese distrito.

Una de sus amistades pagó el servicio a través de Yape. “Antes de llegar (a casa) se metía a otros lados. Llegamos y es ahí que él entre los dos asientos se abalanza y

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