La Sala de Reconocimiento de la JEP imputó a ocho comparecientes de las Farc, 21 de la fuerza pública y cinco civiles, como máximos responsables de crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos en el Urabá antioqueño y cordobés, el Bajo Atrato y el Darién chocoano, entre 1986 y 2002.

Por primera vez, el tribunal especial vincula a tres actores en un caso y reconoce la dinámica territorial del conflicto armado como escenario y laboratorio de guerra de múltiples actores armados.

A los comparecientes de las Farc se les atribuyó responsabilidad por hechos de violencia basada en género, ataques contra mujeres y personas con identidad de género y orientación sexual diversa.

Además, la Sala de la JEP encontró que las violencias tuvieron un mayor impacto en pueblos indígenas Emberá Dóbida, E

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