A pocos días del inicio formal de la temporada alta, el sector turístico argentino ajusta expectativas para un verano que, según coinciden operadores y empresarios, no será malo en términos de ocupación, aunque tampoco mostrará mejoras significativas en el consumo. La perspectiva que toma forma es un verano con más movimiento, pero con bolsillos que gastarán lo justo.
Los primeros indicadores se vieron durante el último fin de semana XXL por el Día de la Soberanía Nacional. Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), 1.694.000 turistas circularon por el país, lo que representa un crecimiento del 21% respecto del mismo feriado de 2024. El clima templado y el formato extendido de cuatro días impulsaron el movimiento turístico. Sin embargo, desde el sector insisten en mant

HUARPE