El gobierno de Salvador Illa intenta contener un brote que amenaza al sector porcino español y genera pérdidas millonarias por el cierre de mercados internacionales.

La alerta sanitaria en Cataluña escaló al máximo. El gobierno catalán, encabezado por el socialista , decretó formalmente la ante el brote de , una enfermedad altamente virulenta que afecta a los cerdos y carece de tratamiento. El objetivo: frenar la propagación del virus y evitar que alcance otras comunidades autónomas, lo que podría profundizar la crisis económica del sector porcino español.

De acuerdo con las previsiones de productores y ganaderos catalanes, las pérdidas ascienden ya a , impulsadas por el cierre de mercados internacionales clave para la exportación de carne de cerdo, entre ellos . El veto amenaza un secto

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