Redacción.- El Liverpool volvió a sonreír en el escenario grande. Los ‘Reds’ conquistaron San Siro con un triunfo agónico por 0-1 ante el Inter de Milán, decidido por un penal en el minuto 88 ejecutado con frialdad por Dominik Szoboszlai. Una victoria imprescindible que llega tras dos partidos sin ganar y en pleno huracán mediático por el conflicto con Mohamed Salah, apartado del equipo por sus declaraciones contra el técnico Arne Slot.

Una noche marcada por el caso Salah

El duelo de Champions fue inevitablemente condicionado por el ruido externo. La ausencia del astro egipcio —tras criticar públicamente al entrenador y al club— generó un ambiente tenso que parecía amenazar con devorar al Liverpool. Pero el equipo supo aislarse, resistir y cerrar un partido áspero con señales de vida den

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