Sin invasión, el Eintracht fue menos. El conjunto de Frankfurt se ha granjeado a pulso su fama de afición desagradable. En minoría, solo les quedó hacerse notar con violencia y salvajadas. Los bárbaros arrojaron trozos de valla, líquidos y hasta una bengala que pudo causar una desgracia recordando imágenes de los ochenta, ya olvidadas. El Barça había escarmentado y no les dejó campar a sus anchas.

En el 2022 vinieron con camisetas blancas , para hacerse más visibles. Para pavonearse, para enseñar al mundo su movilización, para que todos viesen que habían tomado el Camp Nou. Unos 30.000 se presentaron en las gradas y dejaron una de las imágenes más tristes que se recuerdan, con el equipo de casa inferior en el césped y en su propio estadio. Aquello fue un despropósito sin precedentes.

See Full Page