Si hay algo que nos encanta de la cocina italiana es esa capacidad de transformar ingredientes simples en platos que te abrazan el alma. Y las croquetas de berenjena —o polpette, como las llaman en el sur de Italia— no son la excepción. Livianas, sabrosas y rendidoras, estas pequeñas joyitas se colaron en las cocinas de medio mundo… y con razón.
Lo mejor es que esta versión viene con un twist que enamora: no se fríen. Sí, así como lo leés. Nada de ollas con aceite hirviendo ni cocinas perfumadas a fritura por dos días. Acá mandan el horno, la simplicidad y las ganas de comer rico sin culpa.
¿Qué tienen de especial estas croquetas?
Para empezar, la base es muy sencilla: berenjenas cocidas, un toque de pan integral, un poco de queso rallado (moderación, que también suma) y un huevo para u

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