Entre las muchas tradiciones de Cuaresma que se cuentan en Cataluña se encuentra la de la Vella Quaresma, o Vieja Bacaladera, la cual tenía siete pies, uno por cada uno de las semanas que componen dicho tiempo litúrgico.

Uno de sus rasgos distintivos es que, en una de sus manos, cargaba un bacalao. Y es que este pescado blanco, que motivó que los navegantes vikingos y vascos llegaran incluso a América , es toda una institución en los platos de las grandes fechas.

En buena medida, la técnica de salazón que se asocia desde hace siglos con la preparación del bacalao fue lo que lo convirtió en una de las mejores opciones para sustituir la carne, que no se podía comer durante la Cuaresma , especialmente en la Edad Media.

Debido a esta técnica de conservación, el bacalao noruego inundó

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