El multilateralismo está pasando de moda. Igual que la democracia. Pero la cuestión no es si estos conceptos gozan de prestigio o no, sino la necesidad histórica que tiene de ellos el mundo para evitar el retorno a la barbarie, donde impera una sola ley: la del más fuerte

Desde su creación en 1948 en Bogotá, la Organización de Estados Americanos (OEA) se concibió como un espacio para promover y defender la democracia y los derechos humanos . Era la época de la posguerra. Estados Unidos diseñaba un nuevo orden mundial y veía la necesidad de que el hemisferio occidental se mantuviera como un territorio de paz y convivencia, tal cual lo ha sido, a pesar de los conflictos internos de cada uno de los 35 países. América, a diferencia de otras regiones —en especial Europa—, no ha sido escenari

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