184 páginas no sirven para disfrazar un enorme vacío probatorio derivado de una instrucción errática y sesgada
Como es obvio, en cualquier sistema judicial tiene que haber una instancia que concluya definitivamente los procesos, especialmente los polémicos y poco claros, que establezca la verdad judicial, resuelva el caso, afirmando o negando la existencia de un delito. Solo así puede pasarse página del conflicto social que siempre está en la base de un proceso penal. En los casos normales, podrá estarse más o menos de acuerdo con la decisión adoptada , pero en algún momento alguien tiene que poner el punto y final.
Es normal que las sentencias sean dictadas por los órganos judiciales a los que la ley atribuye la competencia para hacerlo. Sin embargo, no es normal que sea el Tribunal S

El País España
Noticias de España
ElDiario.es
ElDiario.es Politica
ALERTA El Diario de Cantabria
ElDiario.es Economía
El Periódico Extremadura
New York Magazine Intelligencer