En ocasiones, desconectar del ajetreo diario es imprescindible. Alejarse de la ciudad, respirar aire puro y sumergirse en la tranquilidad de un entorno natural no solo recarga energías, sino que nos permite reconectar con nosotros mismos. Cantabria , con su paisaje verde y diverso, es uno de esos lugares que invitan a olvidarse del reloj y perderse entre montañas, ríos y bosques milenarios. Y dentro de esta región, una ruta destaca por su belleza y singularidad: la que recorre el Monte Hijedo , un bosque maduro y extensamente conservado que se extiende hasta la frontera con la provincia de Burgos , permitiendo cruzar de comunidad autónoma en plena naturaleza.
Inicio de la aventura: Riopanero, Valderredible
La travesía comienza en Riopanero , un pequeño núcleo perteneciente al municipio de Valderredible. Para quienes lleguen en coche, lo más recomendable es estacionar en el parking del pueblo , cerca de la emblemática fuente del búho , un punto de encuentro habitual para senderistas. Desde aquí, se inicia un recorrido circular de aproximadamente 8 kilómetros , ideal para descubrir la esencia del bosque cántabro y disfrutar de una jornada completa de naturaleza sin grandes dificultades.
El primer tramo nos introduce en un entorno tranquilo y silencioso, atravesando la portera canadiense que delimita el inicio de la pista forestal. A ambos lados, robles centenarios se alzan majestuosamente, y la señalización del GR 99 Camino Natural del Ebro asegura que no hay pérdida posible. Mientras caminamos, el arroyo Hijedo acompaña nuestros pasos a la izquierda, uniéndose eventualmente al río Panero y ofreciendo estampas de agua cristalina enmarcadas por vegetación exuberante.
Naturaleza en estado puro
La ruta continúa con un mosaico de paisajes que fascinan por su diversidad. A lo largo del trayecto, se atraviesan cauces mediante piedras y pequeños puentes recientemente instalados , permitiendo avanzar de manera cómoda y segura. Es precisamente en este tramo donde se produce uno de los momentos más especiales: cruzar de Cantabria a Burgos , una transición simbólica que añade un valor único a la caminata.
Los bosques del Monte Hijedo son un refugio para especies vegetales de gran riqueza: robles albares, hayas, acebos, avellanos y numerosos arbustos cubren el suelo de hojas y ramas, creando un ambiente casi mágico. La Cabaña del Hijedo , un punto icónico de la ruta, marca la salida temporal del bosque hacia un espacio abierto, más cercano a la turbera o páramo , antes de volver a sumergirse en la frondosidad. Aquí, los contrastes entre bosque cerrado y áreas abiertas permiten disfrutar de paisajes cambiantes en apenas unos metros.
Miradores y vistas panorámicas
Uno de los momentos más gratificantes del recorrido es llegar al mirador del Hijedo , desde donde se obtienen unas vistas magistrales del monte y de los valles circundantes. El esfuerzo de la caminata se ve recompensado por panoramas que parecen postales vivientes: el bosque extenso, los cursos de agua que serpentean entre la vegetación y el horizonte que se funde con las montañas lejanas.
El camino finaliza con un par de kilómetros más que permiten cerrar el círculo del recorrido, regresando al punto de inicio en Riopanero, con la sensación de haber atravesado un paraíso natural que combina tranquilidad, historia y biodiversidad.
Consejos prácticos
- Dificultad: baja a media; apta para caminantes con experiencia ligera.
- Distancia: aproximadamente 8 km en circuito.
- Tiempo estimado: 3 horas, incluyendo paradas para descanso y fotografía.
- Equipo recomendado: calzado de montaña cómodo, ropa impermeable en temporada de lluvias, bastones de senderismo y agua suficiente.
- Lo mejor de la ruta: cruzar de comunidad autónoma, los bosques milenarios y el mirador del Hijedo.
Con cada paso, esta ruta ofrece la oportunidad de reconectar con la naturaleza, disfrutar de un entorno único y llevarse recuerdos imborrables de un Cantabria menos conocido, pero lleno de paisajes que parecen detenidos en el tiempo.

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