La industria textil atraviesa una crisis profunda a raíz de la apertura importadora, donde China aparece como el principal proveedor. El sector muestra preocupación por el crecimiento acelerado de las compras a ese país y alerta por la posible pérdida de los 500.000 puestos de trabajo que componen la cadena de valor.

“La desregulación del régimen courier, la flexibilización aduanera y la falta de controles sobre plataformas digitales abrieron una puerta que China aprovechó como ningún otro país. Hoy, el gigante asiático no solo domina más del 70% del mercado textil importado, sino que también está desplazando la producción nacional y el trabajo argentino”, aseguró la Fundación Pro Tejer .

Según su informe, la indumentaria china está ingresando al país sin certificaciones de calidad

See Full Page