La Familia Real de Noruega vivió este 10 de diciembre uno de sus días más simbólicos del año: la entrega del , un acto con una enorme carga institucional que, en esta edición, ha tenido un matiz especial. Y es que , segunda en la línea de sucesión, se estrenó por primera vez en la ceremonia, convirtiendo su aparición en uno de los momentos más comentados de la jornada.
La joven princesa, que estos días disfruta de un descanso académico en su universidad de Sídney, ha regresado a Oslo para formar parte del evento más relevante del calendario real. La Casa Real noruega ha aprovechado la ocasión para situarla en primer plano, un gesto que confirma su creciente papel dentro de la institución.
Tres estilos, una misma familia: la imagen de contraste entre Mette-Marit e Ingrid Alexandra
Aun

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