Desde mayo, en la sede de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Gijón , tienen lugar todas las semanas unas sesiones especiales. Unas reuniones en las que, por norma general, «la enfermedad se queda a la puerta». Son encuentros de pacientes y voluntarias en los que priman las relaciones humanas, el acompañamiento, el cariño, el sentirse «comprendida, porque coincides con personas que tienen los mismos problemas que tú. Y si quieres desahogar y hablar, pues lo haces». Lo cuenta Arancha Fernández dejando apartada por unos segundos la tarea en la que lleva enfrascada cerca de una hora: decorar unas pequeñas pizarras de madera con el logo de la asociación.
Participa, junto con otra decena de mujeres, en un taller de decoración navideña del que saldrán, además de las pizarras, un

El Comercio

Akron Beacon Journal
Totalprosports
America News
Raw Story
RadarOnline
NFL New Orleans Saints
KSNB Local4 Central Nebraska