Hace 400.000 años. Un grupo de robustos Neanderthales se sienta en círculo junto a un pequeño estanque con agua. La noche oscura y peligrosa, llena de sonidos de criaturas, les acecha. También el frío. Pero no tienen tanto miedo como otros días. En medio del círculo que han formado hay algo que transformará para siempre la humanidad: el fuego de una hoguera.
"Controlar el fuego nos sirvió para cocinar y para calentarnos pero tiene algo social, nos permitió estar más tiempo juntos, hablar, socializar", explica, en declaraciones a la SER, Andreu Ollé Cañellas, investigador del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES-CERCA) y codirector del proyecto Atapuerca.
Ya había evidencias de fuegos que ardieron junto a yacimientos humanos. No podíamos saber si eran fuegos in

Cadena SER

Blaze Media
Raw Story
AlterNet
Totalprosports
RadarOnline
Political Wire
Akron Beacon Journal
America News