La directora ejecutiva de la Residencia Vida Austral, Gabriela Sandoval, expuso la crítica situación financiera que atraviesa la fundación a raíz del retiro de los aportes de Fonasa, compromisos que -según afirmó- fueron anunciados inicialmente como retroactivos, pero que nunca se concretaron. Sandoval detalló que el hogar requiere alrededor de 11 millones de pesos mensuales para funcionar, siendo $8 millones destinados exclusivamente a personal, quienes hoy trabajan a honorarios debido a las restricciones del modelo de financiamiento.

Según explicó, la residencia cuenta con recursos solo hasta febrero, provenientes del gobierno regional, y la falta de fondos de Fonasa generó una deuda que supera los $11 millones. “No tenemos cómo pagar al equipo que trabaja 24/7 con nuestros residentes.

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