Australia ha hecho lo que muchos psiquiatras y pedagogos llevan años reivindicando: prohibirle el acceso a los menores a aplicaciones tan adictivas como las redes sociales. En la medianoche del 10 de diciembre entró en vigor la ley que impide que quienes no hayan cumplido los 16 usen TikTok o Instagram.

El motivo, según el propio gobierno australiano, no es otro que "proteger la salud mental de los niños ". El Ejecutivo ha llegado incluso a asegurar, al ser preguntado por la radicalidad de esta medida, que se necesitan acciones "sin precedentes" para alejar a los más jóvenes de los "algoritmos depredadores" que inundan sus dispositivos digitales con pornografía, violencia y acoso.

Y es que, como indicaba el primer ministro Anthony Albanese antes de que entrase en vigor esta ley, "con

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