La Biblia y el liberalismo, aunque pertenecen a ámbitos distintos —religión y política— comparten valores fundamentales. La Biblia promueve la dignidad humana, la libertad responsable, la justicia social, la educación, la tolerancia y la crítica ética a la autoridad, principios que el liberalismo institucionaliza en derechos individuales, igualdad ante la ley y separación de poderes. Pensadores como John Locke, Montesquieu y Adam Smith desarrollaron estas ideas en clave política y económica, pero muchas de ellas encuentran antecedente moral en enseñanzas bíblicas, como el respeto a la propiedad, el cuidado de los vulnerables y la libertad con responsabilidad. Así, la Biblia puede considerarse una fuente ética que inspira los valores liberales, mostrando que tradición y modernidad pueden co

See Full Page