El mayor despliegue militar de Washington en el Caribe tiene un nuevo elemento clave: el radar que Estados Unidos instaló en Trinidad y Tobago entre el 26 y el 27 de noviembre ya entró en funcionamiento y alimenta de información a ambas naciones. Así lo confirmó el ministro de Defensa del archipiélago, Wayne Sturge, al precisar que “los datos se comparten”.

La activación del sistema coincide con la presencia continua de unidades estadounidenses en territorio trinitense. A finales de octubre llegó el buque USS Gravely, y del 16 al 21 de noviembre un grupo de marines realizó maniobras en el país; parte del personal permanece aún en la zona.

A esto se suma el aterrizaje de varias aeronaves militares en el nuevo aeropuerto de Tobago, incluso antes de que haya sido inaugurada oficialmente.

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