Ayer entró en vigor en Australia una nueva ley que prohíbe a los menores de 16 años usar las redes sociales . Francia está estudiando la aplicación de una medida parecida. Ahora, ya en Australia, los operadores de las plataformas están obligados a garantizar que los niños de este grupo de edad ya no puedan crear una cuenta. Bajo la amenaza de fuertes multas, la nueva ley obliga a las empresas tecnológicas a impedir que los menores de 16 años abran cuentas , a desactivar las ya existentes y a bloquear los atajos para eludir las normas.

La prensa europea analizaba ayer si la prohibición tiene sentido, es o no eficaz, y puede aplicarse en nuestros países. A continuación extractamos los bien informados análisis de Fred Thomas en The Daily Telegraph y de Torsten Kleinz en Der Spieg

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