Entre las desventuras de los últimos gobiernos peronistas se destacan los estragos del virus del falso ecologismo. Algunos hechos sintetizan el panorama. Uno con mucha repercusión fue el affaire de las granjas de cerdos chinas, una oportunidad de inversión llave en mano que habría multiplicado la producción porcina local con destino a la exportación y que cayó víctima de la geopolítica y de la estupidez de algunos funcionarios de primera línea del gobierno del Frente de Todos. La heterogeneidad de los oponentes fue una muestra palmaria de mixtura entre buenismo y el poder de la Embajada.

Otro hecho llamativo fue el freno a la salmonicultura en Tierra del Fuego apoyada por el Ministerio de Ambiente frentetodista, que abortó una alternativa de diversificación productiva para la súper su

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