Es 2002, el país acaba de volar por los aires junto con la clase media y Hugo Lamadrid está roto. Vive en estado de furia permanente. Se fue del fútbol sin un mango, “con una mano atrás y otra adelante”, y tuvo que poner una panadería en el frente de la casa su suegro donde vive de prestado: “Me reinventé”. ¿Se reinventó? Sí y lo hará una y cien veces. Pero ahora, aquel 5 del Racing estelar de 1988, siente que el fútbol lo usó y lo descartó. El 19 de febrero de 1989 le rompieron la tibia en Alta Córdoba. Se le astilló la unión con el tobillo y se tenía que operar, pero el Coco Basile lo curó de palabra : “Flaco, te necesito en la Copa”. Entonces jugó contra Universitario de Perú, así, fracturado. Después lo haría con Sporting Cristal y con el Xeneize . Y en octavos frente el futu
Las mil vidas de Hugo Lamadrid, el campeón con Racing que vende casas y casi mata a un ladrón
Clarín Deportes1 hrs ago140


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