Los economistas catalanes tienen una percepción agridulce de la situación económica que atraviesa la comunidad. Por un lado, consideran que la estabilidad política de Catalunya ha mejorado de manera notable en el último año; por otro lado, perciben un empeoramiento de los tres principales retos: el déficit fiscal con el Estado, el acceso a la vivienda y las infraestructuras y comunicaciones.

Así se desprende de la última Encuesta de Situación Económica del Col·legi d'Economistes de Catalunya, en la que han participado 463 colegiados. Más de un tercio, cerca de un 35%, sostiene que la economía catalana está mejor que en otoño del 2024, mientras que un 44% indica que está igual y el 19% la califica de “peor”. Porcentajes similares a los que registró la encuesta realizada la pasada primavera

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