En el volátil mundo actual, los desafíos rara vez llegan de uno en uno. Los líderes no pueden enfrentar un desafío personal después de uno profesional, con tiempo suficiente para recuperarse entre ambos. Con demasiada frecuencia, dichos desafíos se presentan al mismo tiempo, se combinan, aumentan el estrés, nublan el juicio y elevan las apuestas de cada decisión.

Este tipo de superposición es mucho más común de lo que los líderes admiten públicamente. Por ejemplo, el 56% de los trabajadores estadounidenses afirma que el estrés y la ansiedad en casa afectan su desempeño en el trabajo, y el estrés laboral es uno de los predictores más fuertes de conflicto en el hogar. Suprimir los desafíos no hace que desaparezcan, más bien, deteriora la salud, la moral y el rendimiento del equipo. Los líde

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